De
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Cuando recordamos el pasado de las aventuras colosales del gran peleador nicaragüense Alexis Arguello, se da por sentado su gran maestría en la “colina de la verdad”. Muchas fueron las “Obras Diamantinas” que ejerció en el tinglado “El Flaco Explosivo” que pusieron a Nicaragua en la “Orbita Boxística” del “Universo de Boxeo”.
Alexis Arguello es una conjunción en el arte del boxeo que descartó las más imposibles ecuaciones cultivándolas hasta las últimas consecuencias. Su estilo único de castigador sembró el pánico en las avenidas transitadas del boxeo estableciendo sus propios matices de combate.
El nicaragüense sabía lo que tenía entre manos en cada combate, su agilidad dentro del ring sumado a su dedicación destrozaban cualquier vaticinio en cada batalla. Sus potentes manos fueron herramientas poderosas y armas letales que supo aprovechar para demoler a muchos adversarios como gota de agua que cae repetidamente sobre una roca. Su estilo de agresor no tenía limitaciones, era casi perfecto, su perspectiva y la logística dentro de la colina de la verdad sobrepasaba los límites del entendimiento. Era una especie de radar que se movía en todas direcciones marcando y cortando el paso de sus agresores en un recital de puños muy bien ejecutados.
No importara donde fuera, ni quien fuera, Arguello se deslizaba y ejecutaba su trabajo al pie de la letra, cual una “sinfónica” en pleno sortilegio. Sus múltiples peleas fueron enchapando poco a poco a un campeón que poseía una sólida estampa que le sirvió para construir una muralla de respeto dentro de esta multitud.
Las victorias tocaron a su puerta ejerciendo un completo control del “radio de acción” y, superando muchas ideas “macabras” que siempre se pasean por el campo del deporte de los puños.
Vamos un momento al mes de junio de (1981) para mostrarle como Arguello le arrebató la corona liviana del “Consejo Mundial de Boxeo” al escocés Jim Watts. Para muchos eruditos de esta materia esta pelea que fue realizada el día (20) de ese mes en la “Arena Wemby de Londres”, Watts nunca fue un contendiente de peligro para Arguello. El nicaragüense lo fue ablandando poco a poco a poco hasta el quinto asalto, en el séptimo asalto Watts recibió una potente izquierda que lo envió al pavimento y recibió el conteo de ocho, de aquí en adelante su suerte estaba echada.
Luego de esta pelea “El Flaco Explosivo” hace su primera defensa ante Ray “Boom Boom” Mancini en Atlantis City, vuelve a defenderla en noviembre contra Roberto Elizondo. Arguello conquistó tres títulos entre ellos los cinturones ligero junior, ligero y pluma demostrando de esta manera una constancia única en estas multitudes. El cinturón del peso pluma se lo ganó al panameño Esnesto “Nato” Marcel.
Alexis Arguello quería lograr un cuarto título y así emular a Roberto Durán (panameño) único boxeador latino en ganar cuatros fajas mundiales en distintos pesos, pero encontró en el camino a un hombre llamado Aaron Pryor. Pryor estaba un su mejor condición acaparando a toda la prensa estadounidense que lo seguía paso a paso en cada una de sus peleas. Dos veces intentó Arguello la hazaña en buscar el título de las (140) libras, el resultado dos fracasos por “nocaut”.
Esta primera gran batalla se definió en los últimos asaltos ya que Arguello y Pryor habían peleado los primeros diez asalto a “palo limpio” repartiéndose muy buenos golpes de parte y parte. Un dato curioso es el hecho de que tanto Pryor como Arguello eran puros pegadores que definían los combates a través de la maquinación de sus puños y en cualquier momento cualquiera de los dos podía caer en esa acometida de procesión de puños.
Ya para los asaltos (12 y 13) Pryor desató una gran ofensiva golpeando al nicaragüense a “diestra y siniestra” y terminar la faena en el asalto (14) teniendo el árbitro que parar la pelea.
Arguello no quería quedarse con esa y se prepara para la revancha que se efectuó en el hotel Cesars Palace de Las Vegas, Nevada. El resultado fue otra derrota para el “Flaco Explosivo”, desenlace que sirvió para emitiera la voz del retiro posteriormente.
Alexis Arguello a pesar de estas dos derrotas fue un gran campeón a través de su carrera, su eficiencia quedó marcada en los libros de la historia de este violento deporte como uno de los más grandes peleadores que ha dado Latinoamérica.
EDWIN KAKO VAZQUEZ
ESCRITOR E HISTORIADOR DEPORTIVO
miércoles, 16 de julio de 2008
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